Muebles de baño: ¿1 o 2 lavabos? 

Suspendidos o no, abiertos o con puertas y cajones, con encimera de madera o de piedra, con un lavabo o dos, encastrados o superpuestos… A la hora de elegir el mueble de baño perfecto hay que tener muchos aspectos en cuenta, tanto en el estilo como en la funcionalidad. Decidir el número de lavabos es importante, pero ¿cómo acertar? Te damos algunas claves.

1. Cuestión de espacio

El tamaño del cuarto de baño va a ser la primera clave. Si la estancia es pequeña, no hay duda: mejor un solo lavabo. Empeñarse en poner dos no resultará práctico y, además, hará que la estancia parezca mucho más pequeña.

Cuando el tamaño no es problema, se puede valorar la posibilidad de un mueble de baño con dos lavabos o con lavabo doble. En ese caso, habrá que tener en cuenta otros aspectos, más allá de las preferencias personales, que también son relevantes.

2. ¿Qué uso tiene el cuarto de baño?

Los muebles de baño, ante todo, tienen que ser funcionales. En ese sentido, dos lavabos pueden ser la solución perfecta cuando se trata del baño del dormitorio principal, del que comparten los niños, o cuando solo hay uno en la casa y no queda más remedio que compartirlo.

En baños de cortesía o que tengan poco uso, así como en aseos, un mueble con un único lavabo será suficiente. También lo será cuando es una única persona la que va a utilizar el baño. Se puede optar en ese caso por un lavabo de mayor tamaño. Siempre se ganará algo de espacio sin perder funcionalidad y, además, resulta más económico.

3. Necesidades de la familia

La ventaja de contar con dos lavabos es que se acaban las disputas o las prisas cuando son dos los que deben arreglarse al mismo tiempo, pueden ser los mayores a la hora de arreglarse para ir a trabajar o los pequeños para ir al cole. Levantarse con prisas o tener que establecer turnos no es la mejor forma de empezar el día o prepararse para una cita importante.

Además, los muebles de baño con dos lavabos ofrecen una ventaja añadida: una mayor capacidad de almacenaje. Significa que cada uno podrá tener su sitio para guardar sus cosas de aseo sin problemas de espacio.

4. Estética

En este aspecto entran en juego tanto las tendencias del momento como los gustos personales. Poner un mueble con dos lavabos aporta simetría y equilibrio al baño, pero un único lavabo ofrece mucho margen para jugar con el espacio y permite elegir piezas más grandes o de diseños más atrevidos.

En cualquiera de los casos, la variedad de modelos es enorme y permite escoger entre muebles de baño de uno o dos lavabos en medidas, diseños y estilos muy diferentes. Por ello, a la hora de elegir los criterios fundamentales serán el espacio y esa funcionalidad. 

Todo ello, sin olvidar las preferencias de cada uno. Al fin y al cabo, hay personas a las que no les importa compartir espacio a la hora del aseo personal y otras que prefieren mantener su intimidad en el baño. 

Síguenos